No, cabrona no soy...el idiota se lo merecía e idiota se me hace poco. Me sorprendió enterarme de todo lo que se dicen, que mi vida completa te sabías y no tenemos mucho de conocernos. Bien pude haberlo besado y haber pensado que no te enterarías porque entre tu y yo no hay nada más pero no quería hacerlo, si hubiera sido hace un año me hubiera valido pero ahora ya no...te la rifaste además, nadie había hecho algo así por mi. Tal vez ahorita ni te acuerdes pero el pendejo se lo merecía...eso y más. Ahora, que pena verlo a la cara porque yo tengo una sonrisa y sé que tu también.