Me prometiste una alguna vez, y ese día llegue a tu casa, sin saber lo que me esperada pero conciente de lo que pasaría. Matamos la botella de whisky, me platicaste de tu pasado y platiqué del mío, por fin me creíste que no se bailar ese tipo de música, te dije lo que pensaba de tu amigo y me dijiste que no le diera vueltas al asunto, que solo disfrutara los momentos. Después me ofreciste una y la acepté, siempre has sido amable conmigo, un poco arrogante pero amable, creo que eres un buen amigo, aunque se que te crees tan perfectamente egoista como para tener amigos.
Platicamos mucho esa noche, reímos pero no tanto, te quedaste callado, me miraste fijamente y me dijiste: tienes una belleza rara, ¿qué?...anyways no entendí. Nos metimos otra y otra y también cogimos una y otra. Nunca he sentido algo más que amistad por ti, solamente confío en ti y sé que lo que dices es lo que piensas por eso no me agüita ninguna de tus palabras. Me la pasaba pensando en él pero te traía ganas y me quedé contigo toda la noche, te sorprendiste al saber que realmente me quedaría. Nos dormimos con el estero encendido.
Al día siguiente tocaron la puerta y como yo estaba metida en la sábana no vi quien era, pero escuché su voz, tu te reíste y supe que ya la había cagado, que tu habías ganado y que él ya no me tomaría en serio. Te vestiste, saliste con ellos y me quedé esperando el momento oportuno para salir sin ser vista, a pesar de que ya me habían descubierto. Salí, subí al carro y me fui pensando en todo lo sucedido desde la noche anterior, reía por el nerviosismo. La siguiente noche que nos encontramos actuamos normal, no había razón para actuar de otra manera, pero a él no lo podía ver a los ojos, como siempre él me pone nerviosa.
Ahora me acuerdo y me río de todo lo que he pasado contigo, tu me has hecho sentir mejor muchas veces, me has abierto los ojos para que piense las cosas y no empiece a pensar de más, me enseñaste a disfrutar la vida, a veces te he odiado por tus palabras y actitudes, pero las comprendo. No te considero un super amigo pero disfruto jugar contigo y que juegues conmigo. Pero más que nada me gusta platicar contigo. He conocido mucho de lo que soy capaz gracias a ti aunque sé que no eres buena influencia. Se que no te imaginas nada de lo que pienso de ti y sé que nunca lo sabrás, o tal vez algún día te lo diré.
H A P P Y B I R T H D A Y
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