Ahora ya entiendo todo.
Todos esos dolores.
Dolores de cabeza,
de estomago, de senos.
Inflamación.
Ganas de llorar, de gritar.
No poder dormir.
Cuando logro dormir,
no poderme levantar.
Cansancio.
Ahora entiendo por qué.
Por qué estaba tan sensible.
Me la pasaba pensando en ti.
Por qué tenía tantas ganas
de llorar.
Por qué comía cosas que no
me permito comer.
Pero ahora ya todo eso lo entiendo.
Y no es que sea nueva en estas cosas.
Simplemente soy diferente.
Aparte no fue cosa de una semana,
sino que estuvo acosandome desde hace
tres semanas.
Ya me estaba asustando.
Hoy no me pude levantar del dolor.
Nunca había sido tan fuerte.
Cuando logré pararme de la cama.
Fui al baño y me di cuenta.
Todo pasó porque me iba a bajar.
Siendo mujer debí haberlo sospechado.
Pero ya dije, soy diferente.